miércoles, 25 de noviembre de 2009

Renzo Piano - Constructor, Poeta y Humanista

Hace casi 2 semanas tuvimos una clase sobre el Arq. Renzo Piano, un arquitecto que hoy está rompiendo el paradigma y diseñando sus obras en base a arquitectura sostenible. Renzo Piano no piensa en sí mismo como arquitecto - él dice que primero es constructor, y que un arquitecto no se escapa de ser un costructor. A decir verdad, un arquitecto es tres cosas a la vez: constructor, poeta y humanista, pues su labor trata de servir a los demás, y para ello hay que entender al otro, y además, debe crear una armonía, construir una integridad entre la obra y el entorno. Piano, italiano de nacimiento, viene de una familia en donde todos son constructores, y desde pequeño se fue familiarizando con la construcción, la manera de trabajar los materiales, la precisión y la importancia del detalle, hecho que se refleja hasta el día de hoy en su oficina, en donde tiene herramientas de construcción para ensayar él mismo los encuentros de sus obras en escala 1/1.

Cuando a Renzo Piano le preguntaron en una entrevista cuál es la principal motivación de un arquitecto, él respondió que la necesidad, y luego explicó que lo único que puede dar a una persona la fuerza para crear es la necesidad. Y dice, también, que aquel que crea debe dejarse llevar por su capacidad de soñar, esa capacidad innata que tiene todo ser humano pero que, a veces, se deja de lado o se olvida por cosas que parecen "más importantes." Y en el fondo, tiene razón, porque si se asfixia la capacidad de soñar, entonces el hombre comienza a repetirse a sí mismo, a ver el mundo de manera más pragmática, en blanco y negro, ciegos ante todas las matices de gris entre ambos. Lo más importante es la originalidad orientada al bienestar del ser humano.

Una obra de Piano que me interesó mucho es el California Academy of Sciences, principalmente porque se trata de un proyecto de arquitectura sostenible, y a mí me encanta todo lo que tenga que ver con sostenibilidad y conservación del medio ambiente. Esta obra se basa en el respeto por la naturaleza y por las personas, y por eso está hecha con materiales reciclables y reciclados. Por ejemplo, el 95% de todo el acero utilizado viene de fuentes recicladas, y el 50% de la madera empleada fue traída de bosques manejados sosteniblemente. Asimismo, no tiene aire acondicionado porque se ventila y la temperatura se regula naturalmente gracias al diseño (en total, 90% de los espacios de oficinas tiene ventilación y luz natural, lo cual reduce drásticamente el consumo de energía). Un dato curioso: el 68% del material aislante está conformado por blue jeans reciclados. Todo esto y mucho más ha llamado la atención del mundo y hoy en día el museo es el más "verde" del mundo, calificado como Platinum en el LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). Y no solo eso, sino que rompe que la idea de que toda arquitectura sostenible es fea. Todo lo contrario - la armonía que la obra adquiere con el entorno es muy singular, y da la impresión de que es arquitectura que está viva, arquitectura que respira. Cuando me gradúe, quiero seguir los pasos de Piano, porque creo que el mundo de hoy necesita una visión a largo plazo, y eso implica desarrollo sostenible y respeto todo lo que nos rodea. Hoy en día son muchos los que no toman conciencia del efecto que cada persona puede tener en el planeta, y es eso lo que debe cambiar con urgencia. Se debe tomar acción, dejar la postura conformista tan presente en la cultura de hoy. ¿Qué mejor que empezar por uno mismo?

Creo que se puede aprender mucho de personas como Renzo Piano, personas que están tomando la iniciativa y que se comprometen con las generaciones futuras. Piano es capaz de pensar en arquitectura sostenible por la simple razón de que, al buscar entender el mundo de forma poética y humanista, lo comprende y se identifica con él, y al identificarse con él puede pensar en obras a largo plazo que beneficien a la humanidad, puede pensar en la continuidad. Es algo así como Gaudí y lo que dijo sobre la Sagrada Familia - que una vez que él muera vendrá otro y la terminará. Las obras de Gaudí no eran de sí mismo, eran de Barcelona, su hogar, y el lugar de su identidad. Así es con Piano - no está pensando en fama o dinero, sino en mejorar el mundo para los demás, sabiendo que vendrán otros y seguirán sus pasos.

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