Ludwig Mies Van der Rohe es, probablemente, uno de los arquitectos más significativos de la arquitectura contemporánea y el creador de un pensamiento revolucionario. La arquitectura de Mies puede dividirse en dos etapas marcadas: su arquitectura en Alemania antes de 1933 y su arquitectura en Chicago, de 1933 a 1969 (sin contar su última obra en Berlín, el Neue Nationalgalerie). A pesar de ser un arquitecto alemán, no es tan reconocido por su trabajo en Europa, sino más bien, por transformar las ciudades tradicionales americanas, como Chicago, con sus rascacielos trabajados en vidrio. Su infancia fue muy interesante, ya que desde muy pequeño estuvo conciente de la importancia de los materiales en una construcción y la manera en que se trabajan, siendo su padre, Michael Mies, albañil y cantero. Quizás una de sus influencias más grandes fue el haber estado tan cerca a casas tradicionales en su ciudad natal, además de haber podido complementar su educación con cursos de dibujo y construcción. El mismo Mies admite:
"Recuerdo haber visto edificios antiguos en mi ciudad natal cuando era joven. Pocos de ellos eran edificios importantes. La mayor parte de ellos eran muy simples, pero muy claros. Estaba impresionado por la fuerza de estas construcciones, porque no pertenecían a ninguna época. Estaban allí desde hacía más de mil años y seguían siendo impresionantes. Nada podía cambiar en ellas. Todos los grandes estilos habían pasado, pero estos edificios habían permanecido allí. No habían perdido nada y seguían estando tan bien como el día de su construcción. Se trataba de edificios medievales sin un carácter particular, pero estaban realmente construidos".
Es curioso, pero al leer esta frase me dio la sensación de que se podía aplicar casi perfectamente a la arquitectura de Mies Van der Rohe - arquitectura simple pero a la vez muy compleja, que ha trascendido el tiempo y que en la cual se ha trabajado con lo más elemental para dar al ser humano obras maestras.
Otra influencia interesante es la Catedral de Aquisgrán, también en su pueblo natal. Viniendo de una familia Católica, Mies asistía con regularidad a la Catedral y quedaba constantemente impresionado con los pilares revestidos de placas de mármol y las altas vidrieras góticas. Curiosamente, ambos aspectos se ven reflejados posteriormente como temas principales en su obra: la muralidad y la transparencia.
La obra de Mies Van der Rohe se basa en crear elementos básicos y relaciones simples entre ellos. Se trata de hacer sensible el espacio, entenderlo con los mínimos elementos posibles. Quizás una de sus obras más emblemáticas sea el Pabellón de Alemania, en Barcelona, construido para la Exposición Universal en 1929. Hoy en día, se habla de esta obra como la arquitectura más pura que alguien haya visto en ese entonces. La obra ha sido pensada de tal manera que no se puede definir dónde termina un espacio para que empiece el otro - todos estan interconectados entre sí de manera que haya una fluidez completamente natural.
Asimismo, el arquitecto ha dado mucha importancia a los materiales para la edificación. El muro oscuro de ónice contrasta con las paredes de vidrio, dando pie a un interesante juego de luz y sombras, opuestos y complementarios, transparencia y a la vez refugio. Es un juego de contrastes que se prolonga también a la relación entre los espacios interiores y los espacios exteriores, ya que cada espacio interior se prolonga a un espacio exterior que le hace una especie de eco, generando esa continuidad y articulación que tanto caracterizan al Pabellón de Alemania.
Otro dato que me llamó mucho la atención fue el hecho de que cada piedra en los muros haya sido cuidadosamente seleccionada y cortada para formar una trama. Definitivamente, esto demuestra cuánta importancia deberíamos darle a los detalles, algo que, de repente para muchos jóvenes de hoy puede ser difícil al encontrarse en una sociedad en que todo se quiere al instante.
La Casa Farnsworth en Chicago es otra obra de Mies Van der Rohe que me gusta mucho. Marca el retorno de Mies a la escala doméstica . Me parece interesante el hecho de crear una casa "flotante" a manera de albergue, de refugio, que interactúa casi activamente con la naturaleza a su alrededor. Mies decía que una de las cosas más importantes para el arquitecto era que entienda el entorno, y prevea la forma en que su obra va a relacionarse con él. Las paredes de vidrio de la Casa Farnsworth le da una ligereza muy particular, y, como dijo el mismo Mies "Cuando la naturaleza se aparece a través de los muros... adquiere una significación mucho más profunda que cuando se encuentra fuera". Es como si la naturaleza alrededor formara parte de la casa y viceversa. Esto es enfatizado por la neutralidad de los materiales, en donde predominan el blanco y el beige, y se ha usado a la naturaleza como una paleta viva de colores.
"Hay que velar porque se utilicen tonos neutros en los espacios interiores, ya que fuera hay toda clase de colores. Estos colores cambian continuamente y de manera completa, y me gustaría decir que ello es simplemente magnífico".
- Mies Van der Rohe
En definitiva, creo que Mies Van der Rohe tiene una propuesta arquitectónica muy interesante. Quizás es difícil para algunos comprenderla al comienzo, por san tan pura, tan esencial, pero, como decía el mismo Mies, él no buscaba cumplir con las expectativas del resto, sino mostrarse como "el verdadero Mies", haciendo lo más simple. Me gusta mucho la manera que su obra combina la sencillez con el detalle al máximo, y cómo esto genera un contraste muy particular. Lo que más me llama la atención, sin embargo, es la forma de manipular la luz y de usarla para definir sus espacios - es lo que le da la pureza, y lo que hace que sus obras sean tan agradables para estar dentro, porque les da una transparencia única que hace que sus espacios no sean solo espacios en una edificación, sino más bien espacios en un entorno, en un contexto.
Fuente: Jean-Louis Cohen, París 2007, "Mies Van der Rohe".
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